jueves, 28 de julio de 2011

Menopausia y salud


27-febrero-03: MESA REDONDA
Menopausia y salud

LUIS ANTONIO ALIAS
El martes asistimos, en palabras de Argelia López Palacio, directora del Centro de Técnicas de Relajación/Gimnasia Generativa, a una confluencia e interacción de este inquieto grupo que contempla la arquitectura integral del ser humano, y propone soluciones prácticas a los problemas derivados del desequilibrio entre psiquis y cuerpo, pensamiento y músculo, con la “Asociación Nielda de Mujeres por la Salud”.
Dado que, aparte del trabajo cotidiano para prevenir y apoyar problemas óseos, musculares, respiratorios cardiovasculares y nerviosos, extienden sus inquietudes más allá de los locales propios, y suelen ofrecernos conciertos, charlas o cursillos, visitan con frecuencia, por méritos propios, el Aula de Cultura.

Así, el martes propusieron y realizaron una mesa redonda con la ya mencionada Nielda, nombre de una planta cuya infusión ha sido tradicionalmente utilizada para mitigar los dolores de la menstruación, y colectivo nutrido por mujeres significadas del movimiento feminista que, desde 1982, viene especializándose en la investigación de temas sociosanitarios.

“Menopausia y salud” fue el título que trazó el esquema y resumió el programa. La nave de la Colegiata de San Juan, espacio que además de realzar la música de los intrumentos y la voz, también realza la música de la palabra, se llenó.

Permítanme, en una licencia personal, expresar la enorme alegría de reencontrar a mi gran amiga, y perpetua delineante de ideas y realidades constructivas y luchadoras, Lourdes Pérez González, en compañía de la igualmente querida y fructífera profesora María Victoria Rodríguez Uría. Las dos, una filóloga y una matemática, desde Nielda (que el año pasado asoleyó una recopilación de debates y conferencias en torno a la menopausia bajo el título “La larga vida de las mujeres”), reflexionaron sobre la excesiva medicalización de la sanidad, sobre la necesidad de asumir la menopausia como un proceso natural, y sobre la falta de un necesario debate que los nuevos tiempos propician. Hoy la menopausia interesa a la industria farmacéutica y a la clase médica pues “es un trozo de vida que las mujeres disfrutamos en las sociedades occidentales desde hace bien poco. Y precisamente porque ahora nos morimos más tarde, tenemos que ir aprendiendo a vivir lo mejor posible. Hablar de ella constituye una experiencia muy reciente; todavía no tenemos ni la información suficiente ni la sabiduría colectiva necesaria para incorporarla a nuestro acervo cultural”.

Por el “Centro de Técnicas de Relajación” departieron la socióloga Remedios Zapico Nava, la psicóloga Ana Luisa Ordóñez Gutiérrez, y la profesora de ejercicio funcional y especialista acuática Patricia Pérez Sendín.

La socióloga incidió en el cruce de las variables “salud y edad” en la vida de las mujeres: “Es necesario destacar que los síntomas orgánicos y los síntomas socioculturales relacionados con la menopausia y el climaterio varían de cultura a cultura, debiendo introducirse en su estudio variables económicas, familiares, de formación o de educación. La realidad dista mucho de elaborar un marco acorde con las necesidades. Se ha relacionado el cuerpo femenino no reproductivo con alteraciones metabólicas cuando tales enfermedades podrían mejor asociarse al proceso natural de la edad”.

La psicóloga desvinculó la menopausia de los problemas emocionales: determinados enfoques a lo largo de la historia de la medicina y la psicología han visto el cambio como algo negativo, siendo frecuente acusar a las hormonas de causar nerviosismo, irritabilidad, tristeza, insomnio, etc. No obstante se está demostrando que esa conexión lineal es mas creencia que realidad. Los resultados indican que la mayoría de las mujeres viven la menopausia como un momento positivo, incluso una liberación”.

Tocó a la profesora de ejercicio funcional resaltar la corrección de las pautas sedentarias por hábitos saludables: “El ejercicio funcional es la piedra angular para conocer y aprender el funcionamiento de nuestro cuerpo físico, y a partir de ahí conocer y aprender la relación con nuestras emociones”.

Y yo, de final, sólo acierto a copiar una frase de Mary Douglas que resonaba cuando, hace unas décadas, parte de las presentes desbrozaban caminos tupidos hasta la asfixia: “El cuerpo físico es un

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